La lucha contra el cambio climático y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la disminución de la dependencia externa de combustibles fósiles son factores clave en las políticas energéticas europeas diseñadas en los últimos años.
En ese sentido, la mejora de la eficiencia energética se propone como una de las soluciones para lograr una transición energética hacia un modelo más respetuoso con el planeta.
De cara a las organizaciones, mejorar la eficiencia energética no solo les ayuda a reducir el impacto ambiental, sino que también les supone un ahorro económico en las facturas energéticas y una mejora de la competitividad de la empresa, a la vez que les otorga una visión estratégica de sus consumos y contribuye al uso más eficiente de sus fuentes de energía.
La herramienta más utilizada per alcanzar una mejora de la eficiencia energética de una organización es la implementación de un Sistema de Gestión Energética (SGE). De hecho, la norma ISO 50001 nace con el objetivo de lograr una mejora continuada del rendimiento energético de las organizaciones a través de la implementación y el mantenimiento de un SGE.
En septiembre de 2018 se publicó la versión final de la nueva norma ISO 50001:2018, dirigida a cumplir con los requisitos ambientales y facilitar su integración con otras normas de sistemas de gestión.
La mayor parte de las modificaciones introducidas en la nueva versión van dirigidas a adoptar la estructura propia del resto de normas de sistemas de gestión (estructura de Alto Nivel); aunque también se incorporan mejoras específicas de la gestión energética de la organización. A continuación, detallamos las principales novedades introducidas en la certificación ISO 50001:2018:
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Adopta la estructura de Alto Nivel propia del resto de normas de sistemas de gestión. Facilita la integración del SGE con otros sistemas de gestión de la organización.
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Permite la extensión tanto al sector industrial como al terciario y al de transporte, los tres grandes sectores energéticos.
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Durante la etapa de planificación, se deberán identificar todos aquellos riesgos y oportunidades que puedan influir sobre los resultados previstos del SGE.
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Mayor compromiso y responsabilidades de la Dirección para el buen funcionamiento del SGE.
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Mayor comprensión de la organización y de su contexto que permita desarrollar la Planificación Energética desde un punto de vista más estratégico.
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Mejora del proceso de justificación del nivel de desempeño energético de la organización, a través de un aumento del número de indicadores y métricas.
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Mejoras en el proceso de normalización y recopilación de los datos.
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Se incluye la comunicación externa en los requisitos de comunicación de la norma.
Tanto las empresas grandes como las pequeñas pueden beneficiarse de la certificación de la ISO 50001. Por su parte, quienes ya la tengan dispondrán de un período de tres años para incorporar los cambios de la nueva norma desde la fecha de su publicación.
En caso de que quieras resolver cualquier duda relacionada con las novedades introducidas en la nueva ISO 50001:2018 o conocer más sobre esta norma, puedes contactar con nosotros. En Enertips, consultoría de eficiencia energética en Barcelona, contamos con un equipo técnico que te asesorará en todo aquello que necesites.